Entrenamiento de un boxeador



Hay tres componentes que hacen de la preparación de un boxeador una tarea muy ardua, brutal, casi inhumana: un acondicionamiento físico-atlético supremo, un adiestramiento técnico riguroso y un inflexible límite de peso, el cual varía de acuerdo con la división a la que el púgil pertenece. A continuación, un breve repaso a las rutinas de entrenamiento de un boxeador.

Trabajo aeróbico

Como en muchos deportes, correr es el principio de todo. Un boxeador con hambre y deseos tiene que acumular millas en sus piernas para hacer uso de ellas la noche del combate, aunque en realidad necesita de ellas para completar su rutina diaria de entrenamiento en el gimnasio. Los peleadores acostumbran correr cada mañana, algunos por más tiempo, algunos a mayor altura sobre el nivel de mar y algunos otros en condiciones más hostiles.
En un deporte que cada vez requiere de mayor movilidad de piernas, correr es la fórmula aeróbica tradicional para ganar energía y resistencia cardiovascular.

Abdomen y pesas

Los músculos del abdomen, alto y bajo, son de los más trabajados en la preparación de un boxeador, sometidos a cientos de repeticiones diarias. No es de a gratis que los boxeadores sean los atletas con los abdómenes más definidos. El subir a pelear con el abdomen en inmejorable forma le da al púgil una muy necesaria agilidad y movilidad; pero más importante, resistencia para absorber el castigo al cuerpo. El trabajo de pesas no es lo más común en el boxeo y es relativamente nueva, sobre todo para los peleadores de pesos grandes en los que se requiere de mayor musculatura y poderío en brazos, hombros, caderas y piernas. Los especialistas recomiendan que el trabajo de pesas no se haga a costa de la velocidad y agilidad del atleta.

Cuerda

Una de las rutinas exclusivas del entrenamiento de un boxeador es saltar la cuerda, lo que le proporciona rapidez, movilidad, resistencia, ritmo y ’cardio’. Además es un ejercicio de coordinación que mejora el balance de peleadores chicos y grandes. Se acostumbra realizar secuencias en intervalos de tres minutos o algunas más extensas en ocasiones con música de fondo.

Costal

Grande, pesado y duro, el costal nunca falta en un gimnasio de boxeo. Golpear el enorme bulto que cuelga del techo le da al peleador una muy buena noción de distancia con respecto a sus golpes de poder, además de permitirle hacer combinaciones de golpes sobre un blanco fijo que más adelante son llevadas a un blanco en movimiento cuando se llega a las sesiones de manoplas y ‘sparring’.

Peras

El golpeo del pequeño bulto reboteador en forma de pera sirve para que el boxeador gane en ritmo y afine sus movimientos con los brazos y manos. La pera, que cuelga del techo y golpea contra éste todo el tiempo, es ligera y se mueve con rapidez al contacto, para demandar velocidad y precisión. Existe otra pera que está sujeta con resortes al techo y al suelo. Su uso es para mejorar la reacción y coordinación del boxeador, pues el bulto presenta movimientos en todas direcciones.
Es un ejercicio difícil que los púgiles practican dando vueltas en el sentido de las manecillas del reloj o en contrasentido.

Manoplas

El boxeador lanza los golpes contra las gruesas manoplas del entrenador, al simular combinaciones de golpes de una pelea. Es un trabajo sincronizado en el que el entrenador le pide al púgil cierto tipo de golpe o combinación acomodando las acolchonadas manoplas para ello, mientras se mueve alrededor del cuadrilátero. El entrenador suele lanzar las manoplas a la cabeza del peleador para que éste las eluda ejercitando sus movimientos de defensa al mismo tiempo que empieza a armar su siguiente combinación en contragolpe.

Sombra

El boxeo de sombra o espejo es una rutina tradicional que le ayuda al peleador a concentrarse en sus propios movimientos vistos de frente, a manera de corregir sus errores y anticipar los movimientos que un oponente real le presentará a la hora de pelear.

Sparring

Hacer ‘sparring’ es la última parte de la jornada de entrenamiento. Consiste en propiamente pelear, con protecciones, contra un oponente durante varios rounds en el ring. Aquí se ponen en práctica todos los demás ejercicios y rutinas del arduo camino de preparación. Es donde boxeador y entrenador miden las fortalezas y debilidades del púgil, tanto para atacar como para defender. Los hombres que sirven como ‘sparrings’—algunos se dedican a esto—son en ocasiones más grandes que los propios peleadores y golpean con fuerza, sin dar muchas ventajas, aunque se les pide tratar de no lastimar al peleador que está próximo a un combate. 

Comentarios